THE ECONOMIST
THE ECONOMIST (1959-65)
En este proyecto de Alison y Peter Smithson, los espacios entre edificios tienen la misma importancia que los propios edificios.
El proyecto consta de tres edificios, uno para la revista, otro para el club y un tercero para las viviendas. Los tres se agrupan en torno a un tranquilo patio central, un poco elevado respecto a las calles circundantes.
La revista The Economist, deseosa de ampliar su sede en la céntrica calle londinense de St. James, promovió un proyecto de remodelación urbana implicando en ello al vecino Boodle Club, un local que necesitaba de restructuración, y construir habitaciones para sus socios. El London Country Council autorizó la demolición de los edificios preexistentes y la nueva construcción en base a una proporción prefijada de espacios para locales comerciales, oficinas y viviendas.
A+PS decidieron suministrar un edificio destinado a cada uso que gozara de luz y vistas alrededor. Los tres edificios construidos con piedra arenisca de Pórtland, rica en fósiles marinos, 2se agrupan en torno a un patio tranquilo, un poco elevado respecto a las calles circundantes”, siguiendo la pauta del edificio Seagram de Nueva York.
El edificio de la calle St. James tiene cuatro plantas y se ajusta a un módulo de 3.20 metros. El volumen quiere ser armónico con los edificios setecentistas que dieron a la calle un carácter y una proporción “cuadrada”. El edificio de The Economist, la torre, se alza hasta una altura de 14 plantas e igual número de módulos, con una subdivisión ulterior vertical a mitad del mismo. En el edificio de viviendas se adopta directamente un módulo de 1.60 metros. Esta progresiva reducción y densificación de las divisiones verticales corresponde a la jerarquía urbana, uso y dimensión de los tres edificios.
El acceso de vehículos se sitúa bajo la Plaza. La superficie es de 6.000m2 aproximadamente. “El plano de la plaza que se extiende bajo el edificio Economist, un poco elevado en relación a las calles que lo rodean, ofrece un espacio peatonal previo a la entrada para recomponer sensibilidades, un espacio de preparación al hecho de acceder al edificio para trabajar o para hacer una visita.
La ciudad queda afuera de los límites del terreno; pero a la misma se le aporta otra clase de espacio intermedio y, si, como ocurrió en el pasado, muchos propietarios facilitan estos intervalos, cabrá otros modelos de circulación; el hombre de la calle puede optar por encontrar en la ciudad su camino “secreto”, puede desarrollar sensibilidades adicionales, así como su contribución personal a la calidad de uso”.
Blow-up (The Economist Plaza). Fragmento de la película Blow-up, dirigida por Michelangelo Antonioni, donde sale el Economist Building.